11.
DOLPHINS' REEF (el arrecife de los delfines) |
Crucero
Mar Rojo ruta Sur - Junio 05r |
Más
que una experiencia... Era una gran ilusión... estar entre
delfines!!
Todo el viaje iba pensando en este encuentro, la sola idea de que
no fueramos "al sito" de los delfines me ponía
mal cuerpo. Lo comenté con las webmasters, lo hablé
con el capitán, con toda le gente... Y fuimos, claro que
fuimos!
Y realmente, no decepcionó.
Ibamos en las zodiac todos buscando los delfines, que se veían
en superficie... nos acercábamos y saltábamos al agua,
sin equipo, en snorkel... Nadar con ellos... y vuelta a subir a
la zodiac para ir de nuevo donde están... La media luna que
forma este arrecife (que buceamos por la mañana) es muy grande,
y ellos son tremendamente rápidos, imposible seguirles, de
ahí necesitar las zodiac para ir de punta a punta...
Emocionante, realmente emocionante.
Lo pasamos genial... fue realmente divertido, y aquí está
la muestra...
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Ahí
estaban. Después de navegar un poquito, vimos las aletas...
Esas que en otro momento podrían aterrorizar por pensar en
los temibles tiburones.
Se acercó al zodiac, yo ya no cabía en mi, no podía
aguantarme... o llegamos ya o me tiro del todo... Ufff no se puede
explicar, fue una autentica pasada... tirarse al agua, en medio de
ellos, tenerles tan cerca, a tantos, ¡tantísimos!! verlos
nadar, a mi lado, por encima, por debajo... hasta que se cansaban
de nosotros, se sumergían y bajaban al fondo, donde no se podia
llegar en apnea (20 metros había fácil)... Subíamos
a la zodiac y vuelta a empezar.
Impresionante... de verdad que impresionante... |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Tengo
que decir que, aunque conseguí que en mi zodiac nos tirásemos
un par de veces más cuando ya ibamos a regresar (vamos, me
hubiera tirado yo sola), volví al barco llorando...
No sólo de la emoción, que también, sino de pena...
dejar atrás ese sitio paradisíaco era como arrancarme
de mi cuento de hadas. Dejar allí atrás, tan cerca,
tan accesibles una manada enorme de delfines, con sus crías,
sus parejitas, sus jóvenes juguetones... me costó mucho,
mucho.
Me puse histérica en el momento de ir hacia el lugar... en
la barca, el recorrido que hacíamos desde que subíamos
hasta que los volvíamos a encontrar, no hacia más que
gritar... cuando hablaban de volver, me negaba en rotundo, que no
podía ser, que otra vez, que fueramos a verlos un poco más,
que teníamos todo el día para navegar y solo un rato
para disfrutar de este gran sueño. Llegúe al barco en
casi estado de shock.
Después de esto, no es extraño que me colgaran el titulín
de "President of the dolphins fanatics club".
Creo que ese lugar merece la pena tanto que no me importaría
volver a Hurgada sólo para ir allí y pasar el día
entero en ese arrecife. Y no digo que no lo haga... esa media luna
me ha llegado muy hondo. Esos bichos me tienen loca. |
|