7.
ZABARGAD o LA PLAYA DE LAS TORTUGAS |
Crucero
Mar Rojo ruta Sur - Junio 05r |
Acabábamos
de fondear junto a la isla de Zabargad. El día había
sido durillo, la inmersión de la máñana fue
la tremenda de la corriente, donde Elena y Bea perdieron las aletas
en el arrecife y se magullaron bastante. La geste estaba cansada.
Quizá por eso no reaccionaron muchos a la convocatoria de
las divemaster de ir a la isla con el capitán quien quisiera.
Yo no me lo pensé... ufff ¿no bajar a una isla en
medio del mar Rojo? ¡¡Vamos, muy mala tendría
que estar, y por suerte no era el caso!.
Así que un ratito después, más contentos que
chapín, llevando gafitas, aletas y toallas, dispuestos a
pasar una tarde de playa y snorkel de lo más turística,
subíamos a la zodiac roja con el capitán y otro de
los tripulantes, Johnnie, Bea, Marta, Paco y yo.
|
|
Yo
no había visto al capitán antes y me pareció
jovencísio... Nos quedamos todos alucinados, cuando nos
dijo que tenía 31 años.
Serán esas cosas que tenemos en mente: el típico
capitán de barco mayorcito, canoso, curtido, fumando en
pipa y de aspecto recio... Nada que ver. Pero nada nada, basta
ver las fotos para darse cuenta de lo que digo.
|
|
|
|
|
|
|
La isla
era una preciosidad. Una arena blanca, fina, finísima... un
fondo de agua transparente...
Había cosas raras por el suelo, además de montones de
conchas y caracolas enormes que íbamos recogiendo entusiasmados.
En esto que viene el capitán y nos dice que "esas cosas
blancas" son huesos de tortuga ¿huesos de tortuga? si,
si... y nos lleva a un extremo de la playa donde hay un enorme montículo,
más alto que Paco... ¡¡sólo de huesos de
tortuga!!
La historia es interesantísima. A esa playa es donde van las
tortugas a morir. Todas al mismo sitio.... |
Paseamos
por la playa, que está llena de huellas extrañas. Yo
voy con el capitán y me dice que no coja esas caracolas, que
me buscará otras más bonitas... le pregunto por esas
marcas en la arena y me cuenta que son las que dejan las tortugas
cuando salen y vuelven al agua, y que el agujero tremendo que se ve,
es donde ponen los huevos.
Llamo a los demás para que lo vean, se notran perfectamente
las marcas del dibujo de los caparazones de algunos agujeros, los
más recientes, "de la noche anterior" nos dice. |
|
|
El
capi se empeña en enseñarnos cosas y se pone a rebuscar
en los agujeros para ver si encuenta algún huevo. Nada, si
éxito. Nos dice que es dífícil, que les roban
los huevos y que por eso las tortugas engañan... donde parece
que han hecho la puesta realmente no hay nada, solo la marca. De ahí
andan un poco procurando no marcar, y la ponen en otro lugar ¡¡hay
que fastidiarse, si no es espabilada la madre naturaleza!
La isla está llena también de cangrejitos y Johnnie
se lo pasa pipa mosqueándoles y arrinconándoles... el
resto nos dedicamos a usar los pareos como transporte de caracolas,
huesos de tortuga y conchas, que nos van a recordar, cuando estemos
ya en tierra hispana, esta escapadita tan guapa. |
|
Todo
lo bueno se acaba y toca volver. Esta noche hay inmersión
y, después de haber conocido la isla y sus secretos desde
arriba, nos tenemos que preparar para bucearla por abajo. Y no defrauda
en ninguna de sus vertientes. |
|