2. BLUMARINO TEAM EN EL CAIRO
Crucero Mar Rojo ruta Sur - Junio 05

El 3 de junio por la noche llegamos a la tierra de faraones y leyendas. Tras la interesante odisea de cargar nuestros equipajes en la vaca de un minubus donde cabíamos justito nosotros, llegamos al hotel, a pie de Pirámides, y lugar de encuentro con el resto de los componentes del viaje. Ya estábamos el Bluemarino Team al completo, y, como era de recibo, procedimos a celebrarlo como buenos españolitos: tomando unas cervecitas en el bar del hotel, que mantuvieron abierto para nosotros gracias a nuestras perseverantes insistencias.
El día siguiente, el 4 de junio lo dedicaríamos a visitar el Cairo y por la noche de nuevo al aeropuerto rumbo a Hurgada, nuesto próximo destino.
Pero aún nos queda una trepidante jornada al más puro estilo Indiana Jones...

Toma de contacto con la cultura Cairota. Y las sisas que nos miraban con provocación. Nos costó un triunfo convencer al camarero y encargados que nos prepararan una, porque era tarde y tenían ganas de cerrar, pero al final nos los metimos en el bolsillo, y nos estrenamos en el arte de fumar pipas de agua... ¡¡Ay que rico que está!! Y Angelito, un "profesional"
Grupo ZH2O y al fondo... las 3 grandes
Paseando por el desierto... con toda naturalidad
Una bonita imagen de nuestra Martita, y al fondo, el Cairo.

Estamos en el país de las contradicciones.

En el Cairo, ciudad sin ley, la definición más compelta de caos, nos encontramos rodeados de guardias por todas partes, con carteles de prohibiciones en los lugares más insospechados y de las actividades más curiosas (¿a quien se le ocurre prohibir "escalar" las pirámides?).

Nos sentimos acechados, viligados, controlados...

De la misma manera, también está terminantemente prohibido meter cámaras de fotos o video al interior de la pirámide de Keops, la que se visita... Y a la entrada, ahí tienes al respectivo egipcio requisando todo lo que pueda captar imágenes...

¿Todo??? Ummm.... ????
Puede que "alguien" se la jugara por todos para sacar una instantánea del grupo...


¡y que la inmortalizaran en esa bendita escalera! (qué bajitos debían ser esos faraones, madre míaaaa)
¡Ale! como niños que han cometido una travesura, con esa alegría y cachondeíllo en el cuerpo salimos de la gran Pirámide... ... quedando en nuestra mirada reflejada la imagen de los misterios protegidos por toneladas de piedra Y, respondiendo al más puro de los recochineos, nos sacamos esta otra foto, totalmente consentida, con el que nos podría haber metido en chirona de saber nuestra infracción...
También es cierto que vimos al gran Carlos "Torrente" correr como un descosido, pero no como huída del poli perseguidor de infractores del "no photo in piramys", sino como una forma más de mostrarnos su gran forma física.
Y es que estos chicos nuestros de cuando en cuando nos sorprendían con las poses y actitudes más inesperadas. Y si no lo creen, contemplen esta otra serie de instantáneas, con la pose de los tres pelotudos vacilando y al gran Paco Jones, tocándose los idem...
No se si para asustarse o salir corriendo, pero en la siguiente foto les presentamos a...

¡¡Nuestro guía!!
Ahmed, Mohamed o Alí, sin lugar a dudas.. (no, él no entró en la pirámide y no se enteró de la foto prohibida)

Reacción instantánea de buzos que se precien ante una "Nave": lanzarse a ella para llegar al agua cuanto antes.
Una imagen tierna; con la criaturita que nos cautivó a todos
¡Eh! Que tambien smos capaces de sacar las fotos típicas...
Aunque siemre hay algun graciosillo tocándole las narices a la pobre Esfinge
De vuelta al hotel, un bañito con cerveza incorporada y a reponer fuerzas Moderno (ejem) taxi cairota ... y con ganas de hacer carreras
Parada y fonda en el cafe Fishawi del Halili, después de las compras de algunos y visita al Museo de otros. Te a la menta, exposición de avalorios obtenidos por las callejas Y por supuesto, una pipa bien cargada
Un mundo de contrastes
El auténtico Halili y sus habitantes
Yel momento tierno del día
Dos imágenes típicas pero no por ello menos curiosas...
 
Y para terminar, Bea, que con cierta expresión de melancolía nos sirve como la imagen de despedida de nuestro pequeño periplo por el Cairo.
Volvemos al hotel a recoger las maletas y volver a cargarlas, esta vez en un autobús en condiciones, sin problemas de espacio, para dirigirnos al aeropuerto. Un atasco de mil pares de narices y una confusión en nuestros horarios, que dicen que nuestro vuelo sale una hora antes de lo que realmente lo hace, nos hace temer que igual perdemos el avión pero aún llegamos con tiempo de tomar una especie de pizza rara antes de despegar.
Poco más de una hora más tarde, nos reciben en Hurgada Judith y Karen, nuestras Divemasters, y ya con ellas subimos a un minibus (¡¡vuelta a atar las maletas a la vaca y apretujarnos con el resto de las bolsas que no caben arriba!!) que nos conducirá a nuestro último destino, un puerto cercano a Marsa Alam.
Unas tres horas después, con parada y refrigerio de por medio, llegamos al fin a nuestro destino. El barco de lujo (ejem ejem) Princess Magda nos espera con la popa abierta. Descargamos bultos, nos repartimos camerinos y algunos subimos directamente a cubierta a dormir las pocas horas que nos quedan antes que se haga de día y zarpemos rumbo a... ¡¡La ruta sur del tan deseado Mar Rojo!!

 

seguimos a 3: LOS PROTAGONISTAS
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