No
voy a ser yo quien haga el relato de este estupendo fin de semana,
ya que, en su obligado exilio laboral en tierras asturianas, uno
de los asistentes a tan magno evento (ejem, ejem), don Enrique
Centenera, alias "Rufus" (aún no me ha contado
el por qué de semejante apodo...) deleitó nuestros
ojos y enterneció nuestros corazones con este estupendo
relato del devenir de los hechos a lo largo de sucesivos capítulos,
que rigurosa y religiosamente llegaban a nuestros buzones de correo
a lo largo de la dura semana de trabajo que algunos padecíamos,
mientras otros seguían regodeándose en el placer
de sus vacaciones en la Costa Brava... ¡¡ahhh, canallas!!
A
partir de ahora, paso el relevo del escrito al buen Rufus, permitiéndome
cortar y pegar sus palabras textuales. Las fotos que adjunto no
son más que un elemento decorativo, para nada necesarias
en tan soberbio relato.
Amén
Jesús, mi querido Rufus... lo has bordado. ¡¡TE
ADORAMOS, OH, NUESTRO AMO!!
- Crónica relatada por el magnífico Rufus -
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